El padre Marc lo sabe
El Pais, 9 de Octubre 2012 Dónde vives?, me pregunta el padre Marc. En Barcelona , respondo. No, no. Te pregunto que dónde vives. ¿En Cataluña?, pruebo. No. Bueno, sí, en una pequeña parte, me dice, pero esa no es la respuesta. Conocí la ruta del Císter por casualidad. Habíamos ido a pasar el fin de semana al hotel Regina Spa Art Decó, en la provincia de Lleida, un antiguo edificio de piedra restaurado con mimo por sus actuales dueños en el más puro estilo art déco de los años veinte, el cual además de descanso y relax en un...
Leer MasEl pequeño vecino de enfrente
El Pais, 17 de Julio 2010 Sopla furioso el sureste a las puertas del Río de la Plata -porque aunque parezca un mar, en realidad es un río-, y las olas sacuden la orilla con toda la fuerza del mar -porque aunque parezca un río, en realidad es un mar. Cuarenta millas separan la ciudad de Buenos Aires de la Colonia del Sacramento, localidad uruguaya de algo más de 20.000 habitantes disputada en otros tiempos por españoles y portugueses, y que hoy se erige en inmejorable destino de fin de semana para quien quiera alejarse un...
Leer MasFlores para Machado
El País, 12 de Abril 2008. Dejar el mercado de la plaza del Maréchal Leclerc, bajar por la calle de Camille Pelletan hasta el paseo marítimo -saludar a las barcas de vela latina amarradas en el puerto-, sentarse en alguna de las terrazas -a poder ser, la del Petit Café- cuidando de guardar la misma distancia respecto del Château Royal y de la iglesia de Notre Dame des Anges, pedir un gin-tonic al camarero y dejar pasar la tarde con la vista repartida entre el mar y la bahía, fueron ésas las instrucciones que habíamos recibido; con...
Leer MasRoma, la jungla misteriosa
El País, 19 de Mayo 2007. Maravillosa decadencia. Ejercer de turistas en Roma es caminar entre palacios, estatuas y plazas con la respiración contenida. Y compartir una pizza en animada charla con los romanos. Me gusta Roma porque es una especie de jungla misteriosa en donde uno puede esconderse, dice el personaje de Marcello Mastroianni en La dolce vita; y algo de eso hay. A las construcciones clásicas se van adhiriendo como la hiedra otras más modernas, palacios barrocos o renacentistas que dibujan el mapa de unas calles por...
Leer MasUn pueblo con espina dorsal
El País, 23 de Diciembre 2006. Si alguno de los habitantes de Pasai Donibane nos dice que vive en el número ocho, lo normal sería preguntarle la calle. Esto no es necesario aquí y la razón es muy simple: no hay más que una. La delgada franja de tierra que la ladera de la montaña cede a la costa no ofrece alternativas. Así, desde su construcción en épocas medievales, el poblado ha tenido muy pocas oportunidades de crecer o transformarse. Lo que era es lo que es, una calle serpenteante de piedra y madera a orillas de la cual se...
Leer MasDos días de verde pirenaico
El País, 02 de Septiembre 2006. Ayer estuve en Francia. Fui caminando. Tren hasta el valle de Nuria, y desde allí, atravesando los Pirineos, hasta la cuenca del Carança, el mismo camino que muchos republicanos tuvieron que hacer años atrás. Su recuerdo, inevitablemente, impregnó parte del camino. Nunca había ido andando hasta otro país. Resulta curioso saludar a alguien en castellano y algunas horas después oír que el próximo ser humano nos lanza un local bonjour, sin que ninguna frontera visible haya sido salvada. Paso a...
Leer MasEn el laberinto marroquí
El País, 24 de Junio 2006. Huele a menta. En el barrio de las lanas están tiñendo de verde. Probablemente el aroma se mantenga todo el día. Olerá a azafrán cuando tiñan de amarillo, a amapola cuando toque el rojo, a cedro cuando llegue el turno del marrón, a henna cuando el naranja. Los mismos pigmentos con que tiñen los cueros en las curtiembres, sólo que allí no se logran percibir. El hedor ácido y penetrante de las pieles de los animales inunda el aire, obligando a los paseantes a llevar puñados de hierbabuena bien...
Leer MasHielo azul bajo el cielo austral
El País, 04 de Abril 2006. El océano Pacífico es la superficie más extensa que posee el planeta sin ningún accidente geográfico que la altere. A lo largo de miles de kilómetros, el viento corre a placer, sin enredarse en montaña o árbol alguno, hasta que se topa con la cordillera de los Andes. Como impulsado por una rampa, sube entonces y vuelve a caer del otro lado, moldeando las formas más extraordinarias en las nubes. Bajo ellas y bajo ese cielo austral que parece el del primer día del mundo, se extiende el parque nacional Los...
Leer MasRitmos del Brasil más africano
El País, 14 de Enero 2006. Un grupo de turistas sentados en torno a una mesa pide zumos al camarero. Maracuyá con mango, ordena uno. «Papaya y abacaxi», dice otro. El moreno que los atiende asiente con aire ausente y se aleja luego sin prisas, descalzo por la arena. Al rato vuelve con el pedido. Alguno quiere degustar la bebida del compañero y pronto comprenden que a todos les han traído lo mismo. No sin cierta indignación se lo hacen notar al anfitrión. Sin alterar en lo más mínimo la parsimonia de su gesto, éste...
Leer MasEsencia nocturna de Granada
El País, 29 de Octubre 2005 Sólo Dios es vencedor. Pienso en esa frase mientras atravieso la placeta de San Gregorio en dirección a Calderería Nueva, la calle de las teterías. Vengo bajando desde el Sacromonte. A mitad de camino, en la plaza Larga, detrás del mirador de San Nicolás, paré a comer algo. No sé si habrá sido el gazpacho o la paella, o la combinación de ambas, la que me dejó esta sensación de pesadez en el estómago. Seguramente en las teterías encontraré algún brebaje que la disipe. La frase a la que me refiero es...
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